Sabemos que permitir a los niños que ayuden y colaboren en casa no solo es bueno para el ambiente familiar y para el desarrollo de aptitudes y capacidades tan importantes como la del colaboracionismo o la solidaridad y la paciencia, sino que también será algo muy positivo para su futuro y para su incorporación a la sociedad como adultos responsables.
¿Qué puede/debe verdaderamente hacer mi hijo según su edad?
En torno a los 2 o 3 años:
- Comenzar a guardar sus propios juguetes y mantener un orden aceptable de su cuarto.
- Lavarse las manos, la cara y los dientes y/o peinarse solo.
- Ir al baño a hacer sus necesidades solo (pero ayudándole a mantener su higiene a la hora de hacerlo).
- Sacar productos de la bolsa de la compra.
- Poner la ropa sucia en el cesto.
- Colaborar a la hora de poner la mesa llevando platos y vasos que pesen poco o, por ejemplo, las servilletas. Si le dejas los cubiertos, no le pierdas de vista.
- También podemos motivarle para que tome decisiones acerca de qué ropa querrá vestir cada día.
En torno a los 4 o 5 años:
- Ayudar a hacer la cama (en la medida lógica de sus posibilidades).
- Ayudar en una limpieza general de polvo de forma sencilla, por ejemplo, con ayuda de un plumero.
- Limpiarse solo a la hora de ir al baño.
- Ayudar en la elaboración de recetas sencillas, como ensaladas o bizcochos caseros y siempre con vigilancia.
- Atarse los zapatos.
- Ayudar a preparar las cosas del cole.
- Ayudar a poner la mesa.
- Dar de comer y cuidar a las mascotas.
- Ordenar o doblar la ropa limpia.
- Otorgarle responsabilidad y autonomía a la hora de pagar compras que sean sencillas, pero siempre a tu lado.
En torno a los 6 o 7 años:
- Elegir su ropa sacándola del armario.
- Bañarse solo (pero siempre con vigilancia).
- Asumir mayores responsabilidades a la hora de la limpieza, como utilizar la aspiradora si es ligera, o poner los platos y los vasos en el lavavajillas.
- Preparar comidas propias sencillas, como ensaladas o sándwiches.
- Preparar su mochila.
- Poner y recoger la mesa.
- Regar las plantas de la casa o el jardín.
- Pasear al perro o sacar la basura (pero siempre contigo si lo hace literalmente fuera del recinto del hogar familiar).
En torno a los 8 o 9 años:
- Guardar su ropa en armarios y cajoneras.
- Hacer la cama sin ninguna ayuda.
- Cuidar a los hermanos o familiares más pequeños.
- Preparar comidas para la familia (aunque si hay fuego debe haber vigilancia constante y no dejar que lo encienda solo).
- Hacer recorridos sencillos solo (como por ejemplo a la panadería de la esquina).
- Otorgarle independencia para quedar con sus amigos o hacer sus propios planes.
- Tomar decisiones en la compra de alimentos y comprar algunas cosas por sí mismo (como la merienda).
- Ayudar a lavar el coche o poner la lavadora o el lavavajillas en marcha.
En torno a los 10 y 12 años:
- Conocer el transporte público y otros aspectos como las reglas de educación vial.
- Guardar y manejar su propio dinero.
- Responsabilizarse de sus obligaciones, como los deberes.
- Responsabilizarse y decidir sobre su tiempo libre.
- Mayor libertad de decisión en los horarios del fin de semana.
- Salir de paseo solo con sus amigos.
- Pasear solo a las mascotas o sacar por su cuenta la basura.
- Ayudar a los hermanos pequeños con sus propias tareas.
- Autonomía para colaborar en la toma de decisiones importantes de la familia.
Son muchas las teorías y consejos que abundan en internet y por especialistas, pero estamos de acuerdo que con el contexto y acompañamiento adecuado, los padres de familia de manera armónica adaptaremos estas tareas para que nuestros hijos tengan un desarrollo emocional y se vayan integrando a las actividades del hogar.
Todo esto les permitirá sentirse miembros de pleno derecho del grupo familiar, y la confianza que vayamos depositando en ellos la devolverán con creces convirtiéndose en personas responsables en las que podamos delegar con el tiempo con toda tranquilidad.